ES EL PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE CASAS REGIONALES DE CASTILLA Y LEÓN ENANDALUCÍA
Agustín Álvarez: “Con el apoyo de la Junta y de los socios, estamos obligados a recuperar lo perdido en la pandemia”
Los castellanos y leoneses en Andalucía cuentan desde 2006 con una federación creada para aunar las actividades de las casas regionales implantadas en el sur de la Península Ibérica. Presidida desde hace ocho años por el leonés Agustín Álvarez, congrega cada año a más de 400 paisanos dispuestos a recordar sus orígenes y ensalzar las exquisiteces de sus provincias de nacimiento. El apoyo que le presta la Junta, así como los socios, contribuyen a cumplir con el objetivo de actuar como embajadores de Castilla y León en la comunidad de acogida.
En tiempos de posguerra, y siguiendo la estela de los movimientos migratorios precedentes, Andalucía se erigió como uno de los enclaves preferidos de asentamiento de los castellanos y leoneses dentro de la península.
Del norte al sur, y dejando un poco de lado el sedentarismo que siempre caracterizó a los habitantes de estas tierras, las circunstancias les empujaron a buscar acomodo en ciudades del interior y portuarias con un clima y unas costumbres que exigían cierta flexibilidad de adaptación.
Superado ese periodo, el objetivo se centró en la conservación de unas tradiciones que les son propias y les devuelven a sus orígenes y, para ello, nada mejor que el paso dado para crear asociaciones en las que agruparse como castellanos y leoneses, primero por provincias, y más tarde, de manera conjunta, a través de una federación.
En la actualidad, en Andalucía se contabilizan un total de nueve sociedades castellanas y leonesas –cinco en Sevilla, una en Córdoba y Málaga y dos en Cádiz(en Jerez y la otra, en el Puerto de Santa María)– que se integran dentro de la Federación de Casas Regionales de Castilla y León en Andalucía. Una entidad creada en 2006 por iniciativa de los presidentes de las distintas casas, con el objetivo de “trabajar unidos y por un fi n común”, comenta su presidente, Agustín Álvarez Álvarez, quien asumió el cargo hace ocho años.
La idea partió de la Junta de Castilla y León, que los impulsó a “tener una federación” en Andalucía para realizar actividades de manera conjunta, y “nos pusimos de acuerdo” para crearla, remarca su presidente. El objetivo, prosigue a este respecto, es que “haya más unión entre las asociaciones y que todas las provincias tengan representación y estén integradas”.
Andalucía, donde se asienta una comunidad de alrededor de 160.000castellanos y leoneses repartidos por sus ocho provincias, cuenta con casas regionales en solo cuatro de ellas: Sevilla, Córdoba, Málaga y Cádiz –en Granada también hubo una en el pasado–, y paliar este déficit es tarea en la que está inmersa la Federación, que trabaja con la idea de tener “una casa regional encada provincia”. Para ello, añade Álvarez, “estamos en conversaciones con paisanos en Jaén, Huelva y Almería”, con el propósito de abrir entidades también en esos territorios. Un hecho que, según asegura, comunicaron ya a la Junta de Castilla y León, que les anima a seguir por ese camino, además de a impulsar la labor que realizan en lo que atañe a la conservación de las tradiciones propias en Andalucía. Para esa tarea cuentan con la ayuda de la Junta, que les está prestando “mucho apoyo institucional”, sobre todo después de la pandemia, un contratiempo de carácter sanitario que dejó paralizado el trabajo que venían realizando. Fueron tiempos en que, “por la crisis –comenta–, nos habían bajado la subvención, casi un 70%, pero este año ya nos la han subido”.
De este modo, “con el apoyo institucional y económico de la Junta y el esfuerzo de los socios estamos obligados a recuperar lo perdido durante la pandemia y la crisis”, apunta Álvarez, quien agradece el interés que está mostrando la Administración autonómica, “sobre todo en la última legislatura”, para colaborar con la entidad que preside, aportando subvenciones en función de los socios y delas actividades que organizan. Asimismo, también con la presencia de autoridades en los actos que programan con motivo de aniversarios o festividades representativas de la región, y de grupos folclóricos que llegan para animar dichos actos.
“Cuando alguna de las casas cumple un aniversario –añade, el también presidente de la Casa Regional del Juglar–, solicitamos ayuda y viene un grupo regional a actuar” a Andalucía.
Desde la Junta de Castilla y León se les “empuja a promover el asociacionismo y, en materia de cultura, a mantener las tradiciones y la gastronomía, así como también a ejercer como “embajadores” de Castilla y León allí donde residen.
La red de embajadores que la Junta creó para potenciar la región más allá de su ámbito geográfico incorpora al presidente de la Federación de Casas Regionales de Castilla y León en Andalucía –“Yo me he hecho embajador”, confirma Álvarez–, pero el llamamiento se extiende a todos los empresarios y residentes en el exterior, para que se pongan en contacto con los del territorio y, junto con la campaña ‘Tierra de Sabor’, “se le dé publicidad a nuestros productos”, proclama el presidente, quien añade: “Desde la Junta se nos pide que seamos embajadores de nuestra tierra y somos como una especie de oficina de turismo ambulante y continua”.
Un pino en Sanlúcar
Actos de hermanamiento como el previsto para el 24 de junio entre la localidad burgalesa de Quintanar de la Sierra y la gaditana de Sanlúcar de Barrameda contribuyen también a ensalzar las tradiciones y la historia de la región. Ese día, yen memoria del quinto centenario de la circunnavegación de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, se erigirá un pino de Pinares (Quintanar dela Sierra), de 25 metros de altura, en el patio de la Casa de Cargadores de Indias, en Sanlúcar, en reconocimiento a la aportación de Castilla a las expediciones marítimas. “El material para construir las naves venía de Burgos”, de ahí la relación, apunta el presidente, quien asegura que “la Federación participa con orgullo en este proyecto”.
“Nos han tratado siempre muy bien en Andalucía, pero la morriña existe”
Militar en la reserva, Agustín Álvarez abandonó su tierra cuando contaba 20 años de edad, con rumbo a Cádiz, donde se halla la Base Naval de Rota. A sus 64 años(lleva 44 residiendo en Andalucía) se reconoce como el más joven de cuantos presiden las entidades castellanas y leonesas en esa región del sur, donde, como él, recalaron otros paisanos con la carrera militar. “La mayoría somos militares y uncionarios”, entre los que abundan “policías, guardias civiles, maestros y funcionarios de prisiones”, dice.
Natural de Santa Marina del Rey (León), su primera experiencia como emigrante la vivió a la edad de 7 años, cuando se trasladó a la capital desde ese pequeño pueblo leonés, al que vuelve siempre que tiene ocasión: en vacaciones, sobre todo, con estancias que llegan a alcanzar los tres meses. Lo cierto es que “nos han tratado siempre muy bien en Andalucía”, pero “la morriña existe” y el grado de implicación de los emigrantes castellanos y leoneses con sus lugares de origen es “continuo”, asegura. A ellos se desplazan por las fi estas patronales, en las que participan cada año “como si fuera la primera vez”, porque las echan de menos y llegados de fuera, lo viven todo “mucho mejor que si estuviéramos en León”, corrobora.
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